El pasado domingo 24 de marzo, la comunidad costera de Nosara creó el evento «Sabores de Nosara». En él se ofrecieron distintos platillos que variaron desde los más típicos de la cocina criolla como los gustos más exóticos de la gastronomía internacional.

Según Agnes Pinheiro, organizadora y tesorera de la Asociación de Seguridad de Nosara, hubo presencia de varios chefs de la zona. Así, se contó con personal de los locales: Café de París, Casa Romántica, Casa Tucán, Gilded Iguana, Giardino Tropicale, Il Basilico y Il Peperoni. Además, se unieron otros como: Kaya Sol, La Casona, Marlin Bill’s, Pacífico Azul, el restaurante Reef, la cafetería y heladería Robin’s y VIP Spaghetti.

La propietaria de la cafetería y heladería Robin’s, Robin Lance, aseguró estar impresionada por la idea: «Aprecio la creatividad de la gente resuelta que vino hasta aquí para mejorar la seguridad». Explicó el motivo por el cual se involucró en la actividad: «Estoy en mi negocio todo el tiempo, por lo cual así es como puedo apoyar los esfuerzos de la comunidad». Otros propietarios hicieron eco en el sentir de Lance mientras preparaban los platos que se presentaron.

Cada chef hizo una elección libre según su parecer, gustos e intereses. Por ejemplo, Fabián Piguet ─del Café de París─, llevó arroz con pollo y ceviche. Aunque afirmó que esperaba que los cocineros nacionales fueran mejores con la comida típica, «esta es una buena iniciativa para que los restaurantes colaboremos con los bomberos». Eduardo López, quien ha sido el encargado de la alimentación en Casa Tucán por más de 10 años, apostó por lo mismo que Piguet. Eso sí, hizo hincapié en que el secreto de su producto era «el cocinero».

Robin Lance dio su aporte en forma exótica y no tradicional. Lo llama «Botes de amor de la India», una merienda muy popular durante el sétimo aniversario su comercio. Explicó que se comienza con una cama de coco deshidratado. Luego, se aplican capas de humus indio, que ella hace con tahina y especias. Se continúa con zanahoria deshidratada y condimentada, para luego agregarle col verde salado con aceite de oliva. El toque final del «bote de amor» es yogur con menta o albahaca, según el humor del momento. «La idea es que usted muerda y sienta las capas de sabor», aseguró. «Es mi receta ─continuó─ aunque está inspirada en mi amiga Chelah Carty».

El cocinero del restaurante Reef, Yamil Matarrita, también apostó por algo diferente: el burrito Reef. Entre los ingredientes se pueden encontrar: pollo, queso cheddar, aguacate, natilla, frijoles negros refritos, aceitunas y una salsa de tomate especial.

María Ester Rodríguez Castillo, del Giardino Tropical, preparó ceviche. Por su parte, el administrador del Pacífico Azul, Carlos Sibaja, explicó que su platillo fue la famosa tártara de atún: «es como ceviche pero hecha de atún y muy fácil de elaborar». El Gilded Iguana se decidió por algo práctico y fresco: un burrito de lechuga tailandesa.

Por otro lado, el personal Il Peperoni hizo que los presentes degustaran arroz con leche. Remo Britshgi, de Casa Romántica, ─quien además es miembro de la fuerza de bomberos─, deleitó con camarones asados envuelto en jamón. Aseguró que «deben ser del tamaño de una “boca”. Son sabrosos y con dimensiones de “boquita”». Recalcó la importancia de la actividad para su brigada.


El anfitrión Marlin Bill’s preparó su especialidad: carne asada en rodajas con salsa de rábano picante. Según el dueño, ellos ya habían participado en eventos similares anteriormente y vaticinó que este «solo va a hacerse más grande y mejor».

Joellen Hughef, directora de la actividad, mencionó que el evento «es una idea extraordinaria. Me gustaría verla el año entrante con unas instalaciones de cocina apropiadas para preparar todo en el mismo lugar».


El evento se extendió durante solo dos horas, desde las 12:00 m.d. hasta las 2:00 p.m. Sin embargo, usted puede ir a Nosara  durante el resto de días del año. Así podrá disfrutar de este hermoso pueblo a orillas del Pacífico norte de Costa Rica. Más allá de una enorme oferta culinaria; también encontrará relajación y actividades de ocio. En ese sentido, las clases y campamentos de Del Mar Surf Camp son una opción única. Tras años de experiencia y cientos de clientes satisfechos, tienen certeza de que les enseñarán a todos a surfear.

¡Conozca Nosara y descubra el significado de la dolce vita!


Por: Andrés Figueroa

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