Era una mañana nublada en Londres, y el aire fresco prometía un día lleno de aventuras. Raquel, una viajera entusiasta, había llegado a la ciudad por primera vez y no podía esperar para explorar los rincones más emblemáticos de la capital de Inglaterra.
Empezó su recorrido en el famoso Big Ben, que era tan majestuoso que la dejó sin aliento. A medida que el reloj marcaba la hora, el sonido resonante llenó el aire y creó una atmósfera mágica. Raquel tomó varias fotos, tratando de capturar la ese