A veces el turista necesita un descanso. En Roma, con tanta cúpula y tanto monumento grandioso, se agradece un parón más que en ningún otro sitio. El Trastevere, el único barrio medieval que queda en la ciudad eterna, es el lugar perfecto. En cuanto uno accede a él por cualquiera de los puentes de entrada (Garibaldi, Cestio o Palatino), se empapa de la auténticavida romana. Fuera guiris y fuera colas interminables. Al Trastevere se viene a darse un baño de realidad. A mirar las fachadas desconch