Cuando pensamos en buceo, tenemos la imagen mental de un traje de escafandra y un tanque de aire en la espalda. Su historia se remonta a un pasado reciente. Fue en el siglo XVI cuando comenzó a dar sus primeros pasos. En aquel entonces, las personas comenzaron a utilizar las campanas de buceo para bombear aire desde la superficie para quienes estuvieran sumergidos. Huelga decir que los avances tecnológicos han superado tal procedimiento, pese a la importancia que revistiera por varias centurias. Posteriormente, en la Segunda Guerra Mundial, los avances belicistas lograron crear el submarinismo a como lo conocemos en nuestros días.
La configuración básica de esta disciplina involucra un depósito de oxígeno comprimido con una línea de boquilla. Es a través de esta última que el gas vital permite que el buceador respire. A continuación, se libera el dióxido de carbono. Tal proceso puede ser en el agua o mediante sistemas autónomos llamados recicladores. Grosso modo, esta sería la dinámica.
Pocas personas saben, sin embargo, que dicha práctica es muchísimo más que eso para sus aficionados. Hay algunos secretos que permanecen ocultos para el común de la gente. Por ejemplo, la palabra inglesa que designa la técnica, scuba, es un acrónimo que significa: Self Contained Underwater Breathing Apparatus; o lo que es lo mismo: «aparato confinado de respiración bajo el agua». Es precisamente el uso de este instrumento el que distingue el submarinismo del buceo de superficie.
¿A qué se debe el renombre del buceo? Pocos deportes o pasatiempos pueden conducirlo a un mundo inédito bajo las aguas. En primer lugar, es la única manera de contemplar la vida marina sin intermediarios. Recuerde que la mayor parte del planeta está cubierta por agua, así que hay una infinidad de opciones por descubrir. Una vez en este ambiente, usted será de los pocos humanos que han tenido la oportunidad de hallarse en contacto directo con la naturaleza acuática. Los lagos, mares y océanos son hábitats exóticos y el último límite en nuestro planeta. La belleza es excepcional, como lo demuestran los litorales costarricenses. En la isla del Coco, por citar un caso, podrá aventurarse a descubrir las riquezas naturales; o bien, buscar tesoros piratas ocultos en sus aguas. También puede visitar la isla Tortuga y descubrir por qué es uno los 10 destinos turísticos principales para los deportistas de esta disciplina.
Los riesgos asociados con esta práctica. Si bien es un entretenimiento increíble, hay que tener conciencia de que el buceo es un ejercicio que conlleva ciertos peligros. Después de todo, usted se va a encontrar bajo el agua y el acceso al oxígeno dependerá de tubos de aire. Si algo funciona mal con el equipo o se queda atrapado, es evidente que usted sentirá agobio. Otro aspecto a considerar son las lesiones vinculadas a los cambios de presión en el aire. Conforme más se adentre en las profundidades, mayor será la presión que experimentará a su alrededor. Si esta se torna excesiva, puede reventarse los tímpanos o dañarse los senos paranasales. Asimismo, si el retorno a la superficie es demasiado rápido, puede sufrir del síndrome de descompresión. De igual manera, existe toda una serie de padecimientos que puede desarrollar a raíz de malas prácticas.
¿Cómo certificarse como buzo? Antes de lanzarse a la aventura, es imprescindible que reciba las certificaciones de rigor. Las más comunes en nuestro país son las que otorga la Asociación Profesional de Instructores de Buceo (PADI, por sus siglas en inglés). Inclusive, muchos sitios de alquiler y venta de equipos no comerciarán productos con usted a no ser que tenga el diploma. En ese sentido, el hotel Vista Las Islas, en Paquera de Puntarenas, le facilita la obtención de un título. Como parte de su oferta de servicios, le da acceso a clases de submarinismo y excursiones a zonas para su práctica. Descubra las maravillas de la isla Tortuga y todas las sorpresas que la zona tiene para usted. Al mismo tiempo, alójese en un ambiente de comodidad, estilo y servicios de primera.
La propiedad yace en la preciosa costa de la península de Nicoya, junto a vistas panorámicas de ensueño y acceso a la playa. Desde las habitaciones puede contemplar el mar desde terrazas privadas. De igual manera, puede acceder a los jardines tropicales y a las piscinas prístinas. Imagínese un escape en un ambiente exótico y espectacular, con tantos emprendimientos por cumplir y un mundo submarino por explorar. ¡Venga al hotel Vista Las Islas y disfrute de esta experiencia única!
Por: Andrés Figueroa.
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