Costa Rica posee 27 parques nacionales, 58 refugios, 32 áreas protegidas, 15 humedales pantanosos, 11 reservas forestales y 8 reservas biológicas. La totalidad de territorio protegido representa el 25% de su extensión geográfica completa. Un lugar especial dentro de estos lo ostenta la Reserva Natural Absoluta de Cabo Blanco. Esta forma parte del Área de Conservación Tempisque, en la provincia de Puntarenas. Cuenta con una superficie terrestre de 12,7 Km.² más 17,9 Km.² marinos. Fue la primera zona protegida del país, una iniciativa a cargo del sueco Olof Wessberg (conocido como Nicolas Wessberg) y su esposa Karen Mogensen. Se encuentra en el extremo sur de la península de Nicoya y es uno de los mejores casos exitosos de conservación.

Flora

Se han identificado alrededor de 140 tipos de árboles distintos. Al ser una zona de transición entre los bosques seco y húmedo, esto le permite desarrollar una gran variedad de especies. Es fácil hallar vegetación de hoja perenne típica de la selva tropical húmeda. Destacan el árbol de corteza amarilla, el espavé, el guácimo colorado y el ojoche.

Al mismo tiempo, posee especímenes caducifolio que botan su follaje durante la estación no lluviosa y que son característicos del área tropical seca. Aquí se incluyen: el franchipán, el guácimo, el indio desnudo, el jobo, el sálamo y el pochote.

Fauna

En esta área es fácil encontrar mamíferos de todas las formas, tamaños y colores. Desde pequeños armadillos y pícaras ardillas hasta grandes ciervos de cola blanca; monos aulladores y cariblancos; coatíes de nariz blanca, guatusas y ocelotes. También presentes, pero más difíciles de localizar, son los tigrillos y los coyotes.

Pero la mayor riqueza animal vive en las aguas costeras. Abundan los peces, cangrejos y moluscos También predominan las aves marinas, sobre todo las fragatas, los pelícanos marrones y los piqueros marrón que habitan en la isla. Tampoco hay que olvidar el botuto, un caracol comestible que es típico de la zona.

¿Cómo llegar?

Las entradas son de fácil acceso una vez que uno se encuentre en Montezuma y Cabuya. El camino tanto a Cabo Blanco como a Mal País se hace a través de San Miguel. Se recomienda el uso de vehículos todoterreno, dado que los caminos no siempre se encuentran en las mejores condiciones.

Valga destacar que en ocasiones es bastante complicado llegar hasta la reserva natural. Incluso es más difícil alcanzar el litoral. Sin embargo, una vez allí, usted se percatará de que todo esfuerzo bien vale la pena. De hecho, con un poco de paciencia notará la hermosura de las vistas durante el trayecto. Contemplará los secretos naturales que el Pacífico costarricense tiene para ofrecerle. Más aún, tardará 2 horas de caminata para vivir este paraíso en carne propia.

Los coleccionistas de conchas deben considerar seriamente el viaje a esta zona. Afortunadamente, cuentan con el apoyo del hotel Trópico Latino para tener un lugar donde descansar. Los búngalos y suites frente al mar le ofrecen la oportunidad de experimentar la comodidad en armonía con la naturaleza. Además de un hospedaje de lujo, contará con piscina de agua salada e hidromasaje. Relájese en la zona que más le apetezca o simplemente váyase a disfrutar de la sombra bajo un cocotero o un almendro en la playa.

Por: Andrés Figueroa.

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